¿Sufres de migraña? Quizás quieras comer más pescado

Al inicio del estudio, los participantes presentaban una media de 16 “días de dolor de cabeza” al mes, pero al cabo de 16 semanas, el grupo que había aumentado su consumo de pescado y evitado los aceites vegetales presentó una media de 4 “días de dolor de cabeza” menos al mes en comparación con el grupo de control, así como una reducción de entre el 30 y el 40 por ciento de las “horas de dolor de cabeza” cada día. El grupo que aumentó su ingesta de omega-3 sin reducir su consumo de omega-6 también presentó beneficios, aunque tuvo una mejora menor de 2 días menos sin dolores de cabeza cada mes. Ambos grupos informaron que tuvieron dolores de cabeza más cortos y menos graves que las personas del grupo de control. También utilizaron menos analgésicos como el paracetamol.

Los investigadores también observaron diferencias en biomarcadores sanguíneos importantes. Los dos grupos que aumentaron su consumo de pescado presentaron mayores niveles de unos compuestos conocidos como oxilipinas, que participan en el alivio del dolor. Tuvieron niveles especialmente altos de 17-HDHA, una oxilipina que en otros estudios ha demostrado reducir el dolor en personas con artritis.

Rebecca Burch, neuróloga que no participó en el nuevo estudio, dijo que los resultados eran sorprendentes. Escribió un editorial en el BMJ en el que señalaba que los medicamentos para la migraña recientemente aprobados han demostrado en estudios que producen de dos a dos y medio menos “días de dolor de cabeza” por mes en comparación con el placebo, lo cual es menos que la reducción de cuatro días causada por la dieta alta en omega-3 y baja en omega-6.

“Cuatro días al mes realmente supera todo lo que hemos visto de un preventivo farmacológico”, dijo Burch, especialista en medicina del dolor de cabeza en el Hospital Brigham and Women’s y profesora asistente de neurología en la Escuela de Medicina de Harvard.

Burch dijo que las personas que sufren de migrañas suelen estar motivadas a seguir dietas restrictivas para tratar de encontrar algún alivio a su condición. Pero hasta ahora no había muchas pruebas de que ninguna dieta en particular funcionara. “Esta es la primera vez que disponemos de una dieta sólida que podemos recomendar a los pacientes”, añadió.

Para las personas que quieran probar la dieta por su cuenta, los investigadores dijeron que la forma más sencilla de aumentar la ingesta de omega-3 es comer más pescado graso, como sardinas, anchoas, caballa, salmón, atún blanco y trucha. Algunas de las mejores opciones y más asequibles son el pescado enlatado y en bolsa. Para los vegetarianos, las fuentes vegetales ricas en ácidos grasos omega-3 son las semillas de linaza molidas, las semillas de chía y las nueces.

Otro componente importante de la dieta consiste en evitar los alimentos fritos, procesados y la comida rápida, que por lo general están preparados con aceites bajos en omega-3 y altos en omega-6. Beth MacIntosh, coautora del estudio nuevo, afirmó que el aceite de oliva extra virgen, el aceite de aguacate, el aceite de macadamia, el aceite de coco y la mantequilla suelen contener cantidades reducidas de ácidos grasos omega-6.

source: nytimes.com